lunes, 6 de mayo de 2013

¿A dónde se fueron todos?




Logo de la recordada y aparentemente fenecida
Asociación de Psicopatología y Psicoterapia Médica



De nuestros distantes años de residente evocamos con grato sentimiento las reuniones mensuales de la Asociación de Psicopatología y Psicoterapia Médica: toda la expectativa que significaba preparar un caso clínico con dos y hasta tres meses de anticipación -el rol era confeccionado a inicios de año-, el hacerlo revisar por los psiquiatras de más nombradía y más cercanos a nosotros, repartir las invitaciones, preparar la asistencia de nuestro paciente y hasta de sus familiares (desplazándolos desde diversos lugares de Lima y aún de provincias), fotocopiar el caso impreso y tenerlo listo para la repartición hasta la gran noche en que todo tendría que salir bien: la lectura nerviosa de la historia clínica, la entrevista a cargo de alguno de nuestros maestros y la enjundiosa discusión con los enriquecedores comentarios de los asistentes para mejor discriminar el diagnóstico diferencial y el plan de abordaje terapéutico. Sin duda era toda un experiencia de gran valía el compartir esas experiencias nosotros los psiquiatras en agraz con la comunidad de colegas de mayor experiencia y recorrido, como si esas reuniones fuesen una vela de armas antes de iniciar nuestro ministerio psiquiátrico.

Deambulando en internet pueden hallarse hasta hoy las páginas electrónicas que en sus no lejanos años tuvo la Asociación; ésta era su página principal: 


Y ésta la lista de los miembros de la Asociación (si la cuenta no nos falla, son 33):


Y éstas son, fíjense, las programaciones anuales de actividades de los años 2004 y 2005 y 2006, cuando muchos de los residentes de esa época, hoy ya asistentes, presentamos casos clínicos en la imperecedera experiencia que antes comentábamos.

Debemos reconocer que gracias al empuje y tesón individual del Dr. Guillermo Ladd, uno de nuestros últimos maestros, la Asociación perduró hasta el año próximo pasado, pero la indolencia de todos, incluyéndonos, ha propiciado que ese importante cenáculo este año no haya sido convocado más. Éste es uno más de los foros que, ajenos a las prestigiosas neurociencias y catecismos psicofarmacológicos, hemos dejado languidecer y exanguinarse lentamente; pues bien, es impostergable interrogarnos: ¿cuál es nuestra responsabilidad en la situación postrada de esta asociación y de la psiquiatría en general entre nosotros?

No existe actualmente asociación de psiquiatras en nuestro medio y esa crisis hasta ahora tampoco se presta a oportunidad fructuosa de replantear nuestra postura grupal: ¿debemos formar un grupo ya no sólo de psiquiatras sino de profesionales de salud mental? ¿Priorizamos nuestros intereses o los de nuestros pacientes? ¿Hemos dejado triunfar arrasadoramente cierto solipsismo fiduciario en nuestras vidas? ¿Nuestra meta como profesionales "liberales" se agota en la vivienda mesocrática y el carro del año y el viaje a congresos del exterior auspiciados por la industria? ¿En qué momento el "sálvese quien pueda" llegó a ser emblema de nuestros blasones más atesorados?

Este blog, este diminuto grupo de colegas que decimos llamarnos "El 2do. Sábado" no aspira a reemplazar ni usurpar espacio alguno, por ello no tenemos un nombre gremial ni junta directiva ni misión ni visión alguna, de hecho, si podemos mantener encendida esa llama vivificante que alumbró un día nuestras épocas aurorales de residentes, más allá de lo meramente neurobiopsicofarmacológico -que es importante, sí, pero que no lo es todo en la formación y entraña de los psiquiatras-, habremos cumplido con un legado que no hemos recibido, del que seguramente no somos dignos, pero que esperaba una posta temporal, breve, inconspícua, pero urgente...


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